Nombre científico o latino: Portulaca grandiflora
Nombre común o vulgar: Portulaca, Verdolaga de flor, Flor de seda
Origen: Argentina, Brasil
Especie rastrera de 10-15 cm de altura
Hojas carnosas, cilíndricas y esparcidas, de color verde grisáceo
Flores muy decorativas y de colores bastante vivos (rojo, amarillo, anaranjado, blanco, etc.); se obtienen también variedades con la corola doble o semidoble
Flores de distintos colores en la misma planta
Es una planta suculenta muy conocida por su rica floración
Flores abundantes durante todo el verano
Usos: jardines rocosos, lugares escarpados, taludes, macetas en el balcón, etc
Luz: a pleno sol. Las flores se cierran en la sombra
Temperaturas: escasa resistencia al frío, crece en períodos libres de heladas
Humedad: prefiere atmósfera seca
Suelo: medianamente fértil y algo arenoso, con poca profundidad
Riego regular durante el período más cálido; en primavera y en otoño debe ser mucho más escaso. Regar una vez por semana
Una planta precisosa! deslumbra el colorido de las flores viniendo de a misma planta y lo mejor: aguanta nuestro clima de mucho sol y calor seco!!!! Ideales para balcones ya que crece y va colgando de las jardineras o macetas.
miércoles, 8 de junio de 2011
Una original carretilla!!
Esta es la historia de una carretilla la cual fue usada para poner en marcha un bello patio, creando una estupenda zona de cesped y relax.
Llego el día en que su uso disminuyó.
Su dueño pensó en utilizarla para tareas con fines no muy elegantes ( llevar la basura al cubo correspondiente...), pero una mañana la dueña, aprovechando que el malvado dueño trabajaba fue al vivero y se trajo todo un surtido de color en las flores más bonitas que encontró.
Trabajo duro en ella y finalmente trasplantó las plantas.
Desde entonces la carretilla era feliz pues su uso daba vida y era la envidia de todos los amigos y familiares que acudían a la casa.
Llego el día en que su uso disminuyó.
Su dueño pensó en utilizarla para tareas con fines no muy elegantes ( llevar la basura al cubo correspondiente...), pero una mañana la dueña, aprovechando que el malvado dueño trabajaba fue al vivero y se trajo todo un surtido de color en las flores más bonitas que encontró.
Trabajo duro en ella y finalmente trasplantó las plantas.
Desde entonces la carretilla era feliz pues su uso daba vida y era la envidia de todos los amigos y familiares que acudían a la casa.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)